Frozen

28 marzo 2010

En una de las cadenas de música que de vez en cuando pongo (en la tele, entiéndase) les ha dado por hacer una especie de recopilación de los éxitos de Madonna. Y mira que no es que me apasione, pero en su momento la letra me enganchó, y el vídeo me encanta, me atrae y me atrapa.

Frozen
Tu sólo ves lo que tus ojos quieren ver.

¿Cómo puede la vida ser lo que tu quieras que sea?
Estás congelado
Cuando tu corazón no está abierto.
Te consume tanto tanto como tienes.
Pierdes el tiempo en odio y remordimiento.
Estás roto
Cuando tu corazón no está abierto.

Se le acaba el tiempo

Hoy me he enterado que al padre de mi mejor amiga se le acaba el tiempo. Tiene cáncer y a pesar de las sesiones de quimioterapia se le ha extendido. Ya no hay nada que los médicos puedan hacer. Así que haciendo acopio de las pocas fuerzas que le quedan va a intentar pasar el tiempo que le quede de la mejor manera posible, rodeado de su familia, y esperando a su nieta. Sólo espero que encuentre las fuerzas suficientes para esperar a que nazca Ágata, que mi mejor amiga saque fuerzas de donde sea, sabiendo que tiene aquí a su hermana, que estará con ella cuando nazca la niña y cuando me necesite. Que puedan disfrutar de la mejor manera posible del tiempo que les queda juntos.
Y que desde aquí les mando todo mi apoyo y mi cariño.

Renuncia

25 marzo 2010

Es en medio de la tormenta, cuando el barco es bamboleado en todas direcciones, cuando las olas parece que van a romper el casco en mil pedazos y el viento está a punto de reventar las velas, cuando la desesperación y la angustia están a punto de ganar la batalla, es cuando miramos al cielo pidiendo ayuda (por algo el dicho popular de "sólo nos acordamos de santa Bárbara cuando truena").

Miramos al cielo con el corazón encogido y lágrimas en los ojos pidiendo que alguien, o algo nos eche una mano. Buscamos a la desesperada el milagro. Y ofrecemos a cambio lo poco o mucho que tengamos, a veces, lo único que tenemos: nuestro corazón y nuestra alma.

Yo ofrecí mi renuncia. Renuncia para que el barco siguiera a flote y no se hundiera. Renuncia para que volviera a salir el sol entre las nubes y la lluvia, y apareciera el arco iris de la esperanza. Renuncia a lo que más he querido. Renuncia porque el resultado era lo único que importaba.

Y el destino está a punto de cumplir el trato de esa noche de tormenta. Y pronto pasará a cobrarse su deuda. Y le espero aquí, sentada ya en el puerto, con una sonrisa triste, mirando como el arco iris se forma en el horizonte, miles de gotitas de agua descomponiendo en brillantes colores los rayos de luz que se filtran entre las nubes. Sabiendo que lo prometido es deuda y que la recompensa obtenida superará con creces lo pedido.

Le ofrecí lo poco que tengo. Aunque no esté completo, porque parte lo perdí entre unas sábanas, en la noche en la que el miedo ganó la batalla y la guerra. Y aún así no me arrepiento, todo, absolutamente todo, ha valido la pena.

Diamantes

21 marzo 2010


Nacemos de la Madre, en bruto, llenos de tierra y barro, sin forma, y casi sin brillo, sólo sabiendo que bajo el barro se esconde un gran tesoro. La lluvia y las lágrimas nos limpian de ese barro, y nos transformamos en piedras, ya brillantes, pero sin forma, limpios y transparentes unos, de colores otros, pero todos igual de valiosos.

Poco a poco la vida nos va dando golpes, y cada golpe es una nueva faceta, un nuevo aprendizaje, una cara más que relumbrará al sol. Somos la piedra más dura, ni aire, ni agua, piedra o fuego puede dañarnos.

Creyéndonos indestructibles nos olvidamos de que los Diamantes pueden dañarnos, arañarnos, rompernos.

Y esas marcas no se borran nuncan. Pero esas marcas, al igual que los golpes de la vida, son los que nos hacen ser lo que somos. Los que hacen que brillemos en la luz. Y que podamos iluminar la oscuridad.

Un montoncito de pequeños secretos que son como tesoros

14 marzo 2010


Lo tenía olvidado en la estantería. Un error terrible. Así que estos días, y hasta que pueda ir a desvalijar la casa del libro estoy tirando de libros que tengo en las estanterías, y que por una razón cualquiera, se habían quedado abandonados.

No llevaré más de 60 hojas, pues lo empecé el miércoles, y el viernes no leí. Pero lo que he leído hasta ahora me ha hecho sumergirme en  un mundo donde realidad y ficción se desdibujan y se funden en un torbellino de conversaciones y recuerdos:

"¿Adónde ahora? Si hubiese dispuesto en aquel momento de una varita de virtud, se me hubiera presentado al punto un pequeño y lindo salón estilo Luis XVI, en donde un par de buenos músicos me hubiesen tocado dos o tres piezas de Händel y de Mozart".

"Porque esto es lo que yo más odiaba, detestaba y maldecía principalmente en mi fuero interno: esta autosatisfacción, esta salud y comodidad, este cuidado optimismo del burgués, esta bien alimentada y próspera disciplina de todo lo mediocre, normal y corriente."

El lobo estepario
Hermann Hesse

¿Dónde termina la realidad y comienza la ficción?, ¿cuántas sorpresas más me aguardan?... ¿quizá algún ojo avizor descubra algún nuevo tesoro?... mientras seguiremos correteando en la oscuridad, bajo la lluvia, iluminados por la tenue luz de una farola, persiguiendo a la luna...

Las tostas del Chef (Tostas de queso de cabra con cebolla caramelizada al vino de Oporto)

06 marzo 2010

Esta entrada va dedicada a mi amigo Chef (Sergio Alonso), pues la receta es suya (aunque la verdad, ya ni me acuerdo dónde la guardé cuando nos la pasó a todos los compis del curro, pues nos había dejado impresionados... así que la hago de memoria). El finde pasado, que vinieron unos amigos a cenar, la hice para que fuéramos picando antes de cenar... pero picamos tanto, que al final nos quedamos sólo en eso! (y en el congelador tengo el lomo de buey para hacer a la piedra jejeje)

Es una receta increíble para cuando viene gente a casa, porque es casi una delicatessen y gusta a todo el mundo, incluso a mí (sí, a mi... a mi, que prácticamente no me gusta el queso, y esta receta lleva queso de cabra, aquí me encanta!).

Y lo siento, pero va sin foto...  :( 

Ingredientes (4 tostas... ahora, llegaremos a tosta por persona... no creo, seguro que quieren repetir!):
4 Rebanadas de pan de 2 cm de grosor (tiene que ser un pan firme, Chef usaba chapata, pero puedes usar pan de hogaza, el de pueblo de toda la vida)
200 gr de queso de cabra en rulo
1 cucharada sopera de azúcar
100 ml de vino de Oporto
1 cebolla grande cortada en juliana (yo usé chalotas, que son más dulces, y como son más pequeñas usé 4, una por tosta).
Un chorrito de aceite de oliva virgen extra

Receta:
Calentamos el aceite en la sartén y echamos la cebolla, y la vamos a pochar un poquito antes de echar la cucharada de azúcar, vamos removiendo y después echamos el vino de Oporto. Todo esto a fuego medio, hasta que se reduzca el vino y quede como un caramelo  (vamos, este paso es el de hacer una cebolla caramelizada de toda la vida).

Mientras caramelizamos la cebolla vamos encendiendo el horno, en la posición de gratinar.

Colocamos las rebanadas de pan en una placa de horno y encima colocamos una cucharada generosa de la cebolla caramelizada con vino de Oporto. Y encima colocamos una loncha, no muy gruesa, de queso de cabra. Y metemos la bandeja en el horno, para gratinar un poco el queso, que cogerá un tono dorado y se fundirá muy ligeramente. Sacamos cuando el queso tenga tonos dorados y dejamos enfriar un poco. Personalmente a mí me gusta comerla cuando está templada.

Es una exquisitez y admite un montón de variante.

Para la próxima receta, mi tosta favorita: la de cebolla caramelizada con Pedro Ximénez y mousse de foie de Oca...

Feliz fin de semana!



Bizcocho de yogur y limón

Este es uno de los bizcochos que preparé para el cumpleaños de mi amiga Ana, y que llevé a la oficina. Tuvo un éxito arrollador, a pesar de que se trata de un bizcocho de sabor fuerte, aunque refrescante.  La receta no es mía, sino de un libro de cocina que me compré hace poco, de más de 500 hojas y grande como un libro de Petete. Los ingredientes son para 8 personas... yo me quedé corta con raciones para 8, a pesar de llevar dos bizcochos: hasta a los menos golosos se les hizo la boca agua!!!




Ingredientes (8 personas):
175 gr de mantequilla
250 gr de azúcar extrafino (yo usé un bote de azúcar glass)
2 limones
3 huevos
75 gr de harina
2 cucharaditas de levadura en polvo
150 gr de almendra molida
150 gr de yogur natural

Receta:
Lo primero es ir precalentando el horno a 170º C y engrasar con un poquito de mantequilla un molde para tarta (yo usé uno desmontable de 20 cm).

En un cuenco grande batimos la mantequilla (para que esto sea más fácil es mejor dejar la mantequilla un par de horas antes a temperatura ambiente, para que se vaya ablandando) y 150 gr de azúcar. Rallamos la corteza de los dos limones y la añadimos a la mezcla, y volvemos a mezclar (probad a hacer el bizcocho, la mantequilla así sola, con el azúcar y la ralladura de limón está de muerte!!).

Ahora toca añadir los huevos, uno a uno, mientras vamos mezclando (yo para toda la mezcla usé la batidora de varillas). En un cuenco aparte mezclamos la harina, la levadura y la almendra molida (la almendra molida le da una textura increíble a los bizcochos). La tamizamos sobre otro cuenco y una vez tamizada (paciencia para esto) la vamos añadiendo a la mezcla. Se hará una pasta bastante espesa. Y para finalizar se añade, mientras batimos, el yogur natural y el zumo de uno de los limones. Y ya está, ahora la mezcla al molde y para el horno.

En el horno tendrá que estar 40 minutos o hasta que el centro del bizcocho esté firme al tacto (recomendación del libro: no abrir el horno en los 20 primeros minutos de cocción).

Una vez finalizado sacamos el bizcocho del horno y lo dejamos enfriar en el molde. Y ahora, lo que le da aún más sabor al bizcocho: mientras éste se enfría, en un cazo calentamos el zumo del limón que nos queda con el azúcar que nos ha sobrado del bizcocho (100 gr). Se hace como un caramelo muy, muy ligero (yo lo dejé hervir medio minuto), pero con un sabor muy intenso. Ahora pinchamos el bizcocho varias veces con una brocheta o un palillo y lo rociamos con este caramelo. Y ya está. Dejad enfriad el bizcocho en el molde y después... a disfrutar!!!


Ilusión (II)

01 marzo 2010

Está dormida, sueña, sus párpados esconden un
aplauso cerrado, un puñal de hojalata, un
castillo de mimbre.
Seguro que en su sueño alguien está soplando un
almohadón de plumas y ella viaja y visita.
Los 33 Billares o El Blanquita
(Hoy: Los Imperio, Ana Libia, Los Tres Ases,
Paco Miller y su muñeco don Roque),
y trae una botella en cada mano.

-Ahora está soñando. ¿Con quién sueña? ¿Lo
sabes?
-Nadie lo sabe.
-Sueña contigo. Y si dejara de soñar, ¿qué sería
de tí?
-No lo sé.
-Desaparecerías. Eres una figura de su sueño. Si
se despertara ese Rey te apagarías como
una vela.
Pero ella está borracha y lo que sueña es tan
vertiginoso que no puedo seguirla.
Habrá que adivinar, mis ojos fijos en su cuerpo
que se estremece,
se sacude,
que respinga,
que tiembla,
como una telaraña en la cuna vacía.

Jorge Boccanera

Ilusión (I)


—No era nadie. El agua.
—¿Nadie?
¿Que no es nadie el agua?
—No hay nadie. Es la flor.
—¿No hay nadie?
Pero ¿no es nadie la flor?
No es nadie. Era el viento.
—¿Nadie?
¿No es el viento nadie?
—No hay nadie. Ilusión.
—¿No hay nadie?
¿Y no es nadie la ilusión?

Juan Ramón Jiménez